miércoles, 4 de noviembre de 2009

El fin de semana que lo cambió todo

Todo empezó el viernes 16 de octubre. Creo que no lo he comentado aquí pero, me voy a Confirmar. El 16/10 me fui de retiro. Fueron tres días fuera de la ciudad, totalmente desconectado. No me fui solo, me acompañaron los 36 amigos de siempre, mis hermanos.
En un inicio pensé "bueno será un fin de semana fuera de Lima, aprovecharé para descansar". Pero no fue así. Desde que me subí al bus, algo me decía que ese fin de semana no iba a ser uno cualquiera. Llegamos y nos asignaron los cuartos, no era un hotel cinco estrellas pero para mí eso era lo de menos. El que me tocó como compañero de cuarto, no era alguien a quien conocía muy bien y a decir verdad, no tenía el mejor concepto de él. Sin embargo, ese mismo día me di cuenta de lo estúpido que son los estereotipos. No sé si me entienden.
Ese fin de semana nos dimos cuenta de lo bueno que tenemos para ofrecer y lo malo que tenemos que cambiar. A entender un poco más a nuestros amigos porque, todos tenemos problemas. A apreciar más a nuestra familia y disfrutar al máximo de nuestros padres. A saber perdir perdón y a saber perdonar. Y a no esperar a que Dios lo resuelva todo, a ser nosotros el milagro.
Ese fin de semana todos nos conocimos un poco más, nos dimos cuenta de nuestros límites, jugamos y reímos y más de uno lloró, pero eso es irrelevante. Lo importante es que aprendimos a ser más humanos.
Edo

1 comentario:

Nathalie Díaz (: dijo...

Edito, dedito JAJAJAJA, oye fue pajasa estar y compartir ese fin de semana contigo y con los del grupo 1 (G1 era, no?) Me sentí tan identificada cuando lei este post, has leído mis pensamientos eh!
"... y más de uno lloró..." ah hola hola :D
Te estimo, querido.