lunes, 20 de septiembre de 2010

Ha pasado algo de tiempo

Tal como dice el título, ha pasado algo de tiempo desde que escribí por última vez en el blog. En estos dos meses de ausencia, ha habido tiempo para todo; para pensar, para dormir poco, para estudiar, para salir, para dormir mucho, para vacacionar, para viajar, para todo.
Empecemos por lo primero: mi viaje a Piura. Todo en esta ciudad me parece alucinante: las calles, la comida, lo pequeña que es, lo cerca que está todo, el clima, el humor de la gente, mis tíos, la casa de mis tíos, sus perros, la playa... Por eso siempre me gusta ir, a pesar que tiene sus inconvenientes también pero, no dejo que eso empañe mi viaje. No importa si hay que estar 15 hrs. en un bus o 1.30 hrs. en un avión, yo voy. Aunque sea por un fin de semana (ya lo he hecho antes). Bueno este viaje a Piura lo estuve esperando hace tiempo pues, incluía 5 días en la playa. Además, coincidía con el matrimonio de mi prima, donde lo pasé muy bien por cierto.


Me quedé en Las Cabañas de Antica. Muy bueno el hotel: grande, dos piscinas, las pastas buenísimas (los ceviches no tanto), sin bulla y difícilmente te encuentras a otro huésped (lo que es perfecto para los que vamos a la playa para huir de la bulla). Lo único malo es que el personal del hotel puede ser algo frío. No tuvimos TV durante esos días porque, el hotel tuvo problemas con el servicio de Direct TV pero, eso para mí no fue ningún inconveniente. Al contrario, era justo lo que buscaba.


A pesar de que las pastas eran buenas en el hotel, el almuerzo no lo era tanto. Por eso, por recomendación de una amiga de mi mamá, fuimos al Mirador de Vichayito, un hotel a 10 min. del nuestro (caminando). Allí Chicho, se encarga de preparar un Tacu Tacu con tuno saltado buenazo. Como el restaurante es pequeño, es él mismo el que se acerca a recomendarte los platos del día y al final siempre se acerca a preguntarte si todo estuvo bien. El último día nos fuimos a Los Órganos que está a 1.30 - 2.00 hrs. caminando por la orilla. Allí almorzamos en El Bambú, donde se come mucho más barato que en Mancora y donde se siente un poco más la sazón local.


Todos los días nos íbamos a caminar con mi papá por la orilla. Incluso una mañana nos fuimos descalzos desde Vichayito hasta el muelle de Máncora caminando. Nos demoramos como 4 hrs. en ir y venir. Después de hacer los cáculos, resultó que habíamos caminado unos 70 kms. en esos días. Durante esas caminatas, encontramos varios de estos caballitos de mar varados. Los que aún estaban vivos los regresábamos al mar, los que no, decidimos secarlos y traerlos a Lima.
Edo