miércoles, 24 de septiembre de 2008

Después del cine

El sábado no tenía nada que hacer. No había hecho planes, así que decidí llamar a mi primo. Decidimos ir al cine y después al McDonalds porque queríamos probar el McFlurry Milky. Le dije que avisara a mis otros primos. Ninguno pudo ir, solo él.

Llegamos al cine y no nos poníamos de acuerdo en qué película ver. Al final, y después de mucho tiempo, terminamos viendo "Búsqueda Implacable". Bueno, no ha sido la mejor película que he visto, pero veíamos esa o "Piña Express". Después de comprar las entradas, nos dimos cuenta que, si queríamos comprarnos dos Mcflurry después de la película, no podíamos comprar canchita.

Bueno, el punto del post es lo que pasó después de la película. Salimos del cine y estábamos caminando por el Chilis, cuando mi primo me dice "Oye tú las conoces?" y yo que estaba unos pasos más atras, retrocedí y le pregunte "A quienes?". De pronto veo a un grupo de 5 chicas que me saludan desde adentro del Chilis. Yo que no conocía a ninguna, voltee a ver si en realidad estaban saludandome a mí o a una persona que estaba atrás de mí. No había nadie. Las chicas me seguían saludando y yo las saludé también. Buscaba sus caras en mi memoria y no las encontraba. Ellas me apuntaban a una y me hacían señas como para verificar si no la conocía. Tenía los ojos grandes y marrones, pelo ondulado marrón también y una sonrisa blanca y contagiosa.

Mi primo que se dió cuenta que las chicas me estaban cojudeando, me jaló del brazo y me dijo "Bien huevón eres tú, no?" Yo solo me reía con ganas. De pronto, se me ocurrió pasar de nuevo por el Chilis y saludarlas y quien sabe, entrar y hablar con ellas un rato. Cuando le sugerí a mi primo la idea me dijo "Ya déjate de cojudeces!"

Al final, me quedé con las ganas de hablar con ellas pero sobretodo de hablar con la de los ojos grandes. Por eso, si tú estuviste en el Chilis el sábado en la noche, saludaste a alguien a través de la ventana, estabas con 4 amigas más y tienes ojos grandes y marrones, deja un comentario en este post.
Edo

domingo, 14 de septiembre de 2008

Esta, ¿mi ciudad?

Se supone que tenía que postear el viernes pero al final no pude. No quiero darles excusas estúpidas, solo la verdad: tenía examen de mate al día siguiente. El sábado me la pase durmiendo y recién hoy, domingo me pongo a postear.




Edo

Esta caótica ciudad, a la que algunos solemos llamar hogar afortunadamente o desafortunadamente, todo depende si te gusta vivir aquí. Yo particularmente, tengo una relación amor/odio con Lima.
Me parece la ciudad perfecta sobre la cual escribir, hay tanto a tu alrededor que siempre hay tema de sobra. Pero llega un momento en el que el mismo hecho de vivir en una ciudad, te aburre. Te sientes como un prisionero, un rehén en tu propia casa; la rutina te atrapa y no ves la hora en el que el fin de semana llegue y poder tener un poquito de libertad, aunque sea por dos días.
Los días de semana son particularmente tediosos y peor aún si es en invierno, entonces te puedes asegurar un día totalmente apestoso: garúa, neblina, cielo nublado, ni un rayo de Sol, viento y un día especialmente melancólico. Es en esos días, que extrañas al verano como no extrañas a nada o a nadie, es en esos días en los que pagarías una fortuna para que salga el Sol y en los que cuentas los segundos para irte a tu casa. En esos días te preguntas como rayos Francisco Pizarro no se dio cuenta del clima totalmente impredecible de Lima y fundó la capital aquí.
En verano, en cambio, Lima se vuelve una ciudad alegre y aunque la humedad y el calor no son una buena combinación, la gente va por las calles de buen humor, o por lo menos eso es lo que parece. Sin embargo, para el verano falta un montón. El 23 de setiembre empieza la Primavera y con ella nuestras esperanzas de que el clima invernal cambie y con la certeza de que el verano está un poco más cerca de nosotros.
Y es que, queramos o no vivimos aquí y lo único que podemos hacer es aguantar a Lima y a todos sus caprichos.
Probablemente, hasta ahora he dado solo una vista de lo feo que puede ser Lima en lo que el clima se refiere, pero Lima tiene también su parte "bonita". Esa parte que nos cautiva a todos. Es esa mezcla de todas estas sangres que hay en esta ciudad, ese olor de antaño en cada esquina, son sus parques, sus plazas, la playa, la música y toda esa "limeñidad" que se respira en el aire pero, queremos a Lima, sobretodo por su gente.
Y es que aunque odiemos a Lima de vez en cuando y aunque se haya puesto de moda romper pistas todos tenemos que admitir que como Lima no hay otra.

Elegir un tema para este post no fue nada fácil. ¿Será porque mi semana fue un tanto monótona? Bueno en parte, sí y en parte porque tenía tantas y tan pocas ideas en la cabeza. De vez en cuando aparecía una idea para este post pero de repente "¡zumm!", se esfumaba. Al final, llegué al fin de semana más confundido que nunca. Y cuando esperaba ir a una fiesta el sábado, los planes fracasaron. Esa fiesta pudo ser una fuente de ideas para este post. En realidad hasta ahora no sé que escribir en este post. Aunque ya les he hecho un breve resumen de mi semana, no me gustaría a mí como lector un post así.
Durante la semana se me ocurrió una idea para este post y es sobre esta idea sobre la cual voy a escribir: Lima.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Señoras y señores, con uds. mi blog!






Edo

Un abrazo

Antes de terminar este post, quiero decirle que este no es solo mi blog, también es de ustedes. Es sobre todo de ustedes, porque serán los que, con sus comentarios me alentarán a seguir y compartirán conmigo y con los demás lectores sus experiencias personales. Así que escriban, escriban y escriban.

Este es el primer post. Demoré tanto en escribirlo por dos razones: la primera, no sabía en realidad sobre que escribir, no sabía que era lo ideal para escribir en este primer post y la segunda, no estaba seguro si quería compartir un pedazo de mi vida con ustedes. Estaba tan inseguro, que hasta pensé en cerrarlo. Trataba de convencerme de que esto no era una buena idea, pero a la vez, de que sí lo era. Era como la lucha del ángel y del diablo que todos tenemos dentro y que sale en los dibujos animados.
Debo de confesar además, que llegar a escribir este post no fue nada fácil: me olvidé de mi clave y en los días en los cuales me convencía de que hacer esto era una buena idea, trataba de entrar y me daba con la ingrata sorpresa de que me había olvidado de mi clave, otra vez. Así que me desanimaba y lo iba postergando. Hasta que me dije a mí mismo "¡Ya déjate de huevadas! Entonces, ¿para qué has creado el blog, si eres tan miedoso que no quieres colgar un post?" Así que finalmente estoy aquí. Yo aquí escribiendo y tú allá leyendo. Es como si el ángel o el diablo que llevo en mi interior hubiera ganado, no sé cual.