domingo, 14 de septiembre de 2008

Esta, ¿mi ciudad?

Se supone que tenía que postear el viernes pero al final no pude. No quiero darles excusas estúpidas, solo la verdad: tenía examen de mate al día siguiente. El sábado me la pase durmiendo y recién hoy, domingo me pongo a postear.




Edo

Esta caótica ciudad, a la que algunos solemos llamar hogar afortunadamente o desafortunadamente, todo depende si te gusta vivir aquí. Yo particularmente, tengo una relación amor/odio con Lima.
Me parece la ciudad perfecta sobre la cual escribir, hay tanto a tu alrededor que siempre hay tema de sobra. Pero llega un momento en el que el mismo hecho de vivir en una ciudad, te aburre. Te sientes como un prisionero, un rehén en tu propia casa; la rutina te atrapa y no ves la hora en el que el fin de semana llegue y poder tener un poquito de libertad, aunque sea por dos días.
Los días de semana son particularmente tediosos y peor aún si es en invierno, entonces te puedes asegurar un día totalmente apestoso: garúa, neblina, cielo nublado, ni un rayo de Sol, viento y un día especialmente melancólico. Es en esos días, que extrañas al verano como no extrañas a nada o a nadie, es en esos días en los que pagarías una fortuna para que salga el Sol y en los que cuentas los segundos para irte a tu casa. En esos días te preguntas como rayos Francisco Pizarro no se dio cuenta del clima totalmente impredecible de Lima y fundó la capital aquí.
En verano, en cambio, Lima se vuelve una ciudad alegre y aunque la humedad y el calor no son una buena combinación, la gente va por las calles de buen humor, o por lo menos eso es lo que parece. Sin embargo, para el verano falta un montón. El 23 de setiembre empieza la Primavera y con ella nuestras esperanzas de que el clima invernal cambie y con la certeza de que el verano está un poco más cerca de nosotros.
Y es que, queramos o no vivimos aquí y lo único que podemos hacer es aguantar a Lima y a todos sus caprichos.
Probablemente, hasta ahora he dado solo una vista de lo feo que puede ser Lima en lo que el clima se refiere, pero Lima tiene también su parte "bonita". Esa parte que nos cautiva a todos. Es esa mezcla de todas estas sangres que hay en esta ciudad, ese olor de antaño en cada esquina, son sus parques, sus plazas, la playa, la música y toda esa "limeñidad" que se respira en el aire pero, queremos a Lima, sobretodo por su gente.
Y es que aunque odiemos a Lima de vez en cuando y aunque se haya puesto de moda romper pistas todos tenemos que admitir que como Lima no hay otra.

Elegir un tema para este post no fue nada fácil. ¿Será porque mi semana fue un tanto monótona? Bueno en parte, sí y en parte porque tenía tantas y tan pocas ideas en la cabeza. De vez en cuando aparecía una idea para este post pero de repente "¡zumm!", se esfumaba. Al final, llegué al fin de semana más confundido que nunca. Y cuando esperaba ir a una fiesta el sábado, los planes fracasaron. Esa fiesta pudo ser una fuente de ideas para este post. En realidad hasta ahora no sé que escribir en este post. Aunque ya les he hecho un breve resumen de mi semana, no me gustaría a mí como lector un post así.
Durante la semana se me ocurrió una idea para este post y es sobre esta idea sobre la cual voy a escribir: Lima.

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