miércoles, 16 de febrero de 2011

El 14 de febrero... BOH!

Este post va a tomar algo de tiempo. Se supone que tenía que escribir hace dos días, al menos así lo puse en Twitter pero, cuando abrí el blog y estaba decidido a empezar, me dio sueño y me fui a dormir. Como todos saben, el lunes fue... (taratataaan) el día de San Valentín. Es la fecha del año favorita de los fabricantes de chocolates; de osos de peluche que sostienen unos "Te quiero" o, peor aún, "Te amo" dentro de un corazón; de los vendedores de rosas casi acosadores, que te persiguen por todo el malecón de Miraflores con el clásico "una rosa para una rosa" (debería ser considerado un crimen que te stalkeen así); de Rosatel; de Florerías Unidas; de los fabricantes de velas para cenas románticas y, aunque suene extraño, de los grifos pues, los carros, y las motos de delivery, consumen más gasolina, GLP, GNV, petróleo o lo que sea que su medio de transporte use, mientras están estancados en el tráfico. Porque no, no señor o señorita (o joven, señora, etc), usted no fue el único "original" al que se le ocurrió salir el lunes.
Aproximadamente, el 90% de las personas que me conocen, me considerarían el "GRINCH" del 14 de febrero. Normalmente me imaginarían con un alfiler reventando todos los globos de color rojo con forma de corazón, con un lanzallamas quemando osos de peluche y condenando a la hoguera a cualquier candidato a ser el próximo protagonista de "Romeo y Julieta" con un ramo de flores en la mano. Pero esa es la idea más equivocada que pueden tener de mí. Obviamente, el día de San Valentín no es una fecha que me quite el sueño pero, tampoco creo que sea justo tener que cagarle el día a todas aquellas personas que creen que es justo y NECESARIO celebrar este día. Yo no lo veo así. Si quieres hacerle saber a alguien que lo quieres, ojo que no es solo el día de los enamorados sino, también del amor y de la amistad (entonces para que carajos crearon "El día del amigo"), díselo y sobre todo, demuéstraselo todos los días. Para qué esperar a que sea 14 de  febrero ? O es que ahora necesitamos de un día al año para hacerlo?
Acabo de regresar de Italia; país de los Baci Perugina, de los "Ti amo", de mil películas románticas, de los paseos en góndola y cuna de poetas y cantantes que alguna vez escribieron, cantaron (o espantaron) sobre el amor. Y donde es común encontrar escenas como estas:




        


Creo que la primera foto, que la tomé en Sorrento, cerca a Napoli, ni siquiera necesita una traducción. La segunda la encontré en la pared de uno de los edificios cerca a la Reggia di Caserta (mágnifica forma de malograr la pared de un edificio ) y dice: "por ti dejé una lágrima en el océano y solo cuando la recuperaré dejaré de amarte". Más abajo, en un inglés casi incomprensible, dice (en teoría): "tú dame otra sonrisa, tú dame tus ojos (creepy!) y yo te daré mi corazón". Vamos! Que los italianos sí saben crear los momentos "AWWW!!!", de esos en los que tu enamorada te dice "ya ves, deberías de ser un poco más así".
Pero, como siempre, hay que dejar lo mejor para el final. Esta foto la tomé en Venezia, mientras iba en vaporetto por el Canal Grande (sí, porque yo no pensaba pagar 15 euro para subirme a una góndola). No sé si los protagonistas son enamorados, hermanos o amigos pero, entre las tres es la que más me gusta. Nada de melosadas, ni un momento cursi, simplemente conversar y comer algo, relajados, sentados en un muelle. Si tuviera enamorada me gustaría tener un momento como el de esta foto antes que de las otras dos. De cualquier forma, en orden de "like" a "no tan like": tercera, primera y segunda. 
Ni soy un Grinch pero, sí odio el Día de San Valentín y, no es porque no esté con alguien. Ayer, mientras estaba en el micro (lo que menos extrañé en estas tres semanas), escuché por la radio a un locutor, sí de esos que son mononeuronales, que decía que todas aquellas personas que pasaron el 14 de febrero solos se deberían de estar preguntando: "qué he hecho mal? qué debo de cambiar? por qué estoy solo?" No hay nada más patético que eso. Yo estoy "solo" (en ese sentido de estar solo) y no me pregunto eso. Tampoco ando buscando, ni esperando. Simplemente sé que mi co-protagonista de la tercera escena anda por ahí, solo es cuestión que me la encuentre un día de estos.
Edo
PS. Sí, me afané con las fotos en B&W.
PS 2. Ya tengo 17, gracias por acordarse.

jueves, 3 de febrero de 2011

Una pausa a la pausa

Les escribo desde la comodidad de mi cama. Con la única diferencia que esta vez no es desde mi cama, ni desde mi casa, ni desde mi computadora, ni desde mi ciudad, país o continente. Posteo desde Italia, desde Firenze (o Florencia en español). Es toda una experencia salir de tu país, es más de tu ciudad, para de repente introducirte en un ambiente totalmente distinto al tuyo, en el que usualmente te mueves, con gente que tiene costumbres distintas a las tuyas. 
Por ejemplo, acá hay toda una cultura alrededor de algo tan simple como el café o los cigarillos. Me declaro fan del movimiento que gira entorno a los bares o cafés (acá en los bares también se sirve café) y, aunque no comparto el hábito de fumar, me gusta la dinámica que se forma al momento de encender un cigarillo: una colilla deja de ser el simple cadáver de un Malboro o de un Lucky Strike, por citar algunas marcas y sin ánimos de hacer propaganda, para convertirse en un espacio de conversación donde la gente discute sobre política, sobretodo política y, cualquier otro tema de conversación que flote en el aire o que valga la pena comentar con los amigos o con los compañeros de humo de turno. 
Me gusta también el ambiente en los cafés o en los bares, todo es tan esponténeo pero, a la vez es la rutina de todos los días. Acá el café se toma de tres formas principalmente: espresso, americano o cappuccino. Y sin nada de toppings, ni jarabes como en Starbucks. Algo más, GELATO! Es increíble, nada más que decir.
Otra cosa que me gusta es que acá el peatón sí cuenta. Sí, así como lo leen, no siento más adrenalina correr por mis arterias cada vez que tengo que cruzar la pista porque, simplemente los carros se detienen apenas ven que alguien va a cruzar.
Probablemente se pregunte por qué no pongo nada sobre los lugares que he visitado pero, eso lo pueden encontrar en Wikipedia. De cualquier forma, en el próximo post pondré mi ranking de mis ciudades italianas favoritas y algunas fotos.
Mientras tanto, esperen mi regreso.
Edo