viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós 2010

Es el último día del año. No hay necesidad de decirlo, es algo obvio. Mientras escribo esto, en Facebook se escriben los últimos status de este año, en Twitter la gente pone sus conclusiones y expectativas, en los supermercados se forman colas inmensas con gente que hace compras a última hora, los cohetecillos (y algunas ratas blancas) empiezan a reventar en mi cuadra... En todos lados reinan esas ganas de hacer que el 2010 se vaya de una buena vez y, que finalmente llegue el 2011. Es como si por fin nos quitáramos un equipaje pesado, un par de piedras innecesarias de la mochila y, continuáramos nuestro viaje más ligeritos, esperando que el siguiente tramo sea más cómodo, más tranquilo, más llevadero. A partir del primero de enero, borrón y cuenta nueva, otro inicio. "Saquemos las bolsas de basura por la puerta trasera y demos una manito de pintura a la fachada!" Por supuesto, hay que recibir al año nuevo con buena cara. Este es el momento de depurar todo lo que no sirve y, pasarle un trapito a lo que queremos dejar, no? Para que cuando llegue el 2011 encuentre todo en orden, hay que tratarlo bien. Ha viajado y esperado tanto para llegar! Un poco de consideración, no?
No creo que al 2010 haya que despedirlo con una patada, no. Nos ha soportado 365 días y, durante la mayoría ha estado de buen humor, al menos conmigo sí. Entonces, hay que despedirlo con un abrazo y, hacerle un espacio en nuestra maleta, para que se quede con todas aquellas cosas buenas que nos trajo. Eso sí, los regalos que nos quedaron chicos, que no entran en nuestro equipaje o que nos parecieron de mal gusto, hay que dejarlos afuera.
En mi maleta, aún de escolar, quiero que se queden varias cosas, en especial las que siguen:
1. Casi todos los libros que leí este año (y los que aún no termino).
2. Un grupo reducido de canciones (y algunos covers) que descubrí y, que, no importa cuantas veces las escuche (o cante), no dejan de gustarme.
3. Un conjunto aún más pequeño de películas.
4. Todos los muchachos de Segundo de Liceo, en especial a los que ahora soy afortunado de considerarlos mis amigos.
5. Mis amigos de siempre, con los que me acerqué aún más y que han hecho de este año algo realmente divertido.
6. Y, por supuesto, los nuevos amigos también (los de MR tienen un lugar provilegiado).
7. Las pocas cosas que escribí y que me gustaron.
8. Mi semana en Piura, semana santa en la playa, los cuatro días en la selva y el fin de semana del retiro.
9. Esas cosas que nos pusieron de buen humor a todos (acá algunas de ellas y, no todas por supuesto).
10. Mis papás el 17/12, la llamada de mi papá el 26/01, abrazar a mi hermana en el aeropuerto y, conversar con mi primo que se mudó frente al mar pero en otro océano.
11. Y aunque  esté aliviado por la pausa, los días de colegio. En especial, el Palio (este sí), las conversaciones, los recreos, algunos profesores, muchos temas y, algunas clases.
12. Los momentos solo, donde intenté ordenar un poco todo.
Así que finalmente, después de 8760 horas, este año arroja un balance MUY positivo. El capital invertido ha sido recuperado con creces y, las pocas pérdidas, no importan. Empecemos entonces este nuevo tramo, acompañado de una mochila cargada  con cosas útiles para el viaje y, que no importa, que el 2011 venga con lo que tiene que venir, que por acá ya estamos preparados para todo.
Edo

sábado, 4 de diciembre de 2010

It's over (at least, for this year)



Se acabó el colegio. Por lo menos, hasta el año que viene. Sí, así es. Finalmente, decidí que este año no iba a postular a la universidad por diferentes motivos:
1. No he elegido una carrera
2. No había escogido una universidad
3. Porque me iba perder el siglo XX (que es el que más me gusta)
4. Porque sentía que no iba a terminar algo
5. Porque en realidad no quería irme
Descubrí todo esto, mientras escribía mi ensayo para postular a la Universidad del Pacífico (ahora ya no sé si va a ser esa). En este, había escrito que "aspiro a ser un profesional completo, que no solo tenga sólidos conocimientos de su carrera, sino que también esté interesado a expandir su intelecto en otros ámbitos". Fue ahí donde me di cuenta que esta fabricando una gran estafa. Si eso era cierto, entonces ¿por qué no acababa el colegio y me quedaba un año más? A partir de ese momento, la duda dejó el papel de extra, para cumplir el rol protagónico (una vez más).
Todo este embrollo se resolvió durante las olimpiadas del colegio (o como lo llamamos nosotros: Palio). Estaba sentado en el suelo, afuera del coliseo, cuando me di cuenta que en realidad no me quería ir. El colegio se había convertido en mi otra casa y, en realidad, no quería mudarme. Así que este año, no lo haré.
Sin embargo,  conozco a gente que si se va a mudar este año y, respeto esa decisión completamente. Solo me queda decirles que los voy a extrañar, como quien extraña a un hermano que parte para buscar su destino. Y eso es algo que todos, eventualmente, haremos. No importa si con 16 o con 50 años, para eso nunca es tarde para empezar.Y también tengo que agradecerles, a ellos y a todos los profesores de los cuales he aprendido algo (ojo, eso no quiere decir a todos con lo que he tenido clase) porque, al fin y al cabo, esos edificios y todas esas personas han hecho, en parte, quien soy ahora.
En conclusión, ayer se acabaron, oficialmente los 80's, el próximo año le toca a los 81's, para algunos de nosotros el cole continúa el próximo año. Ahora, soy, oficialmente  para el Ministerio de Educación, un prófugo de la universidad.
Edo
PD. Copyright de la foto: Adriana Urrunaga