jueves, 31 de diciembre de 2009

Balance de fin de año

Hoy 31 de diciembre, siendo las 19.54 hrs. en Lima, Perú, he decidido hacer un balance de fin de año. Esto quiere decir, hacer un análisis sobre como me ha tratado la vida en este 2009.
Como ya lo he comentado en otro post ("He vuelto"), el verano del 2009 me dio la oportunidad de reflexionar bastante. Fue un verano calmado, con 15 días frente al mar, lo cual me ayudó mucho en ese proceso de reflección, encuentro con uno mismo y, sobretodo, de autocrítica.
Con el inicio de las clases, empezó otra etapa del año. Había que dedicar un poco más de tiempo a los estudios pero esto, no implicó que deje de lado todo aquello que aprendí en el verano. Es decir, la vida durante las clases transcurre para mí mucho más rápida pero, de todas maneras me di el tiempo para detenerme y pensar un poco.
Este año en el colegio también me trajo nuevos amigos. Gente a la cual no conocía mucho y, con la cual había hablado muy pocas veces, se convirtieron en personas muy cercanas a mí y a las cuales tengo el placer de llamarlas hoy, amigos. Pero también me ayudó a afianzar mi amistad con mis amigos más cercanos y también, a darme cuenta que había descuidado mi relación con algunos de ellos. Sin embargo, también me quitó algunos "amigos", y en parte prefiero que me los haya quitado, pero no vale la pena escribir sobre eso. Conocí mucha gente fuera del colegio también, con algunos me veo o hablo muy seguido aún, con otros no tanto pero, para el verano del 2010, me he propuesto volverme a juntar con muchos de ellos.
Entre todas las cosas que el 2009 me enseñó, quiero destacar una muy importante: la capacidad de dar. No sé si han ecuchado la canción "Dar es dar" de Fito Paéz. Si no la han escuchado, háganlo y, si la han escuchado, ya saben a lo que me refiero. No importa que tan ocupados estemos, siempre hay tiempo para dar. No dar cosas materiales, eso es lo de menos, dar tiempo, aliento, esperanza a los demás, eso es dar.
Este año fue realmente positivo, el mejor después de mucho tiempo. Me acercó más a Dios, a mi familia, a mis amigos, a los demás. En conclusión, este año fue... genial.
Para terminar, solo me queda agradecer a todas aquellas personas que hiceron posible que este año sea genial. Ellos ya saben quienes son, así que no necesito nombrarlos.
Con ustedes será hasta la próxima vez que se me antoje escribir.
Edo